Uhmm Barf o pienso… “¿El cambio de la alimentación es bueno para nuestra mascota?” suele ser la pregunta más frecuente que se hacen muchas personas alrededor del país. Y es que, en su mayoría, ellos optan por brindar alimento comercial o pienso a sus canes.
«Inscribete en nuestro Curso de Peluquería Canina»
Entonces, ¿cuándo se debería cambiar este tipo de alimentación? Es más, ¿es favorable hacerlo de esa manera? O ¿qué es lo que puede causar en nuestras mascotas? En el siguiente artículo comentaremos brevemente sobre este tipo de alimentación en perros.
Índice
Introducción
Últimamente, la dieta BARF, un tipo de alimentación cruda ha comenzado a practicarse con más frecuencia a lo largo de diferentes lugares.
Ocasionalmente algunas personas se preguntan si es realmente favorable combinar dicha técnica con los distintos piensos comerciales para perros.
Esto puede ocasionar un gran dilema: realizar el cambio a un tipo de alimentación más saludable para su mascota o seguir con el mismo pienso de siempre porque se ve “cómodo” consumiéndose sin problema.
Aún así, si se busca decidirse por un tipo de alimento que sea más saludable, las elaboraciones de los alimentos basados en una dieta BARF, es lo ideal para nuestra mascota.
Para ello, uno empieza a planificarlo y se realiza preguntas como “¿debería hablar con el veterinario para que me brinde una asesoría de cómo poder elaborar una dieta BARF?” o “¿existirá una marca que contenga tipos de dieta BARF, pero de calidad?”
Es en estos últimos casos, debido a que no se tiene cierto tiempo a la dedicación para elaborar uno mismo en casa una dieta equilibrada de alimentación cruda apropiada y saludable para su mascota, al final se suele recurrir a elegir una marca especializada de ese tipo de alimentación BARF.
¿Se debe mezclar pienso con la dieta BARF?
Bien se sabe que la dieta BARF cuenta con ciertos beneficios y desventajas, pero ello no descarta que sea una excelente opción para la mascota.
Por lo general, brindar a tu mascota una dieta BARF con pienso, no genera ningún problema grave para la salud del perro, al menos que ambos sean de la peor calidad del mercado o sean desequilibrados y descontrolados.
Lo que sí es importante mencionar es que no se realice en la misma toma y todo se trate de una introducción paulatina, coherente con el tipo de raza, su actividad y sus necesidades nutricionales básicas.
Solo así se evitará problema de salud alguno y, en caso de que la mascota no lo quiera comer, se puede optar por realizar un cambio de tipo de alimentación logrando los resultados buscados.
A continuación, se explicarán más razones por las cuales no resulta beneficioso el mezclar pienso con una dieta BARF variada.
Dieta mixta BARF y pienso
Más que preguntarse acerca de si es bueno combinar ambas comidas, o consultar acerca de la calidad de la croqueta de pienso en sí, lo que importa es lo que puede afectar al intestino y al metabolismo de nuestra mascota.
Es así que este tipo de alimento ocasiona que la tasa metabólica se ralentice y sea mucho más calórico dada su formulación con cantidades mayores de cereal, grasa, aditivos y conservantes que no contienen las dietas BARF basadas en alimentos crudos que son apropiados a la naturaleza de tu mascota.
Además, el pienso suele ser un tipo de alimento “adictivo” para ellos.
Es común observar que los perros en cuanto ven una croqueta o bolita de pienso no pueden resistirse a comerla como si fuera lo mejor del mundo.
Y es que a los perros les encanta lo denominado “comida basura” al igual que les suele pasar a los humanos.
Otros de los motivos para intentar evitar este tipo de mezclas en la dieta del animal son debido a que los alimentos que suelen ser procesados se preparan a altas temperaturas.
Es decir, son alimentos que han perdido nutrientes y casi carecen de probióticos y enzimas.
Si a todo ello se le suma que está más que comprobado que los alimentos demasiado procesados pueden llegar a provocar malestar e hinchazón y que pueden aumentar las posibilidades de que haya fermentación en el estómago de nuestra mascota con tanta mezcla de alimentos de distinta elaboración, se tiene demasiadas razones para evitar tomar la decisión de mezclar tipos de dieta en el día a día de tu can.
¿Cuándo dar pienso y cuando dar BARF?
Si tu mascota ya está acostumbrada a la dieta BARF, obviamente no le des otra cosa más.
Si se te gastaron los menús BARF que solías comprar, opta por ir a la carnicería y comprar un par de alitas, un muslo, algo de hígado de pollo, o tal vez una pechuga.
En el mercado existen una gran variedad de ingredientes para las recetas que puedes aplicar.
Todo lo contrario, si tu perro suele comer pienso a diario y quieres alimentarlo eventualmente con dieta BARF, es ahí donde acabas de tomar una excelente decisión.
Recuerda dar un margen de 8 horas como mínimo entre la dieta BARF y el pienso.
Siempre recomendamos dar BARF por las mañanas, y así probablemente poco a poco tu mascota comience a rechazar el pienso.
Aún así, si quieres un truco infalible para que se coman el pienso, en caso no puedas darle otra cosa, opta por una deliciosa salsa de hígado para perros.
¿Son todos los piensos iguales?
Obviamente, la respuesta es no. No será lo mismo un pienso completamente triturado que uno prensado en frío.
No será lo mismo un pienso con 70% de cereales transgénicos que uno 100% free.
Ni tampoco será lo mismo un pienso realizado con una gran parte de harinas cárnicas y de pescado deshidratadas que una harina de subproductos animales (es decir, picos, plumas, uñas, entre otros).
Por lo tanto, se debe entender que, dentro de los márgenes que nos ofrece el pienso (croquetas secas) como alimento para las mascotas carnívoras, dependiendo también de los valores de calidad en el cuales nos movamos (pagando por la calidad) encontraremos un alimento medianamente apto.
La recomendación siempre será realizar un pequeño testeo o evaluación rápida con respecto a los componentes analíticos de los mejores productos según lo que estos contienen.
¿Son todos los menús de dieta BARF iguales?
Obviamente, al igual que con los piensos, nos manejamos en diferentes márgenes de calidad y aporte nutricional, dado que estos menús suelen estar realizados con materias primas crudas, los porcentajes de cada ingrediente, la calidad de estos y también de los suplementos naturales que se aplican tales como:
- Hierbas medicinales
- Aceites de pescado
- Combinaciones de frutas
- Golden paste
- Tripa verde
Y otros asuntos similares que harán al producto final más o menos equilibrado y nutritivo para nuestras mascotas.
Lo que sí se debe tener en cuenta es que existe una gran diferencia entre cualquiera de las marcas fabricantes de menús de dieta BARF (que sean certificados) en comparación con la mejor marca de pienso del mercado, por más que sus ingredientes sean 100% naturales y ecológicos.
¿Cómo pasar de pienso a dieta BARF?
En cuanto te planteas cambiar la alimentación de tu perro a BARF, la primera duda que surge es “¿por dónde debería empezar?” “¿se puede hacer de un día para otro?” “¿Hay algo peligroso o que no se puede pasar por alto?” Y es que aún muchas personas, incluso especialistas, desconocen acerca del método adecuado para hacer el cambio a la nutrición natural.
Lo cierto es que hay varias formas de hacer el cambio, algunas suelen ser más rápidas o aconsejables que otras. A continuación, te explicamos las tres más destacadas:
a. Cambio a dieta BARF con ayuno
Suele ser la forma más rápida y simple de hacer el cambio con tu perro.
Este método consiste en dejar de dar el pienso, hacer un ayuno de 24 horas, y empezar con un menú completo de dieta BARF.
Lamentablemente, los inconvenientes que presenta esta forma, es que no todos los perros pueden hacer ayuno (por ejemplo, los cachorros, perros mayores o con determinadas enfermedades), dado que la flora intestinal no está adaptada a los diferentes alimentos, por lo cual, se puede presentar un cuadro digestivo y eso no ayudaría a descartar reacciones alérgicas a algún alimento, ya que se estaría mezclando muchos ingredientes de golpe sin saber cual es el detonante del problema.
b. Cambio a dieta BARF con dieta mixta
Consiste en mantener una toma de pienso al perro e introducir una toma de dieta BARF.
De forma general, se calcula la cantidad de pienso diaria y le daríamos la mitad, y con la ración diaria de BARF se realiza lo mismo.
Es muy importante no mezclar pienso y alimentación cruda, debido a que las digestiones son diferentes, nos podría llegar a causar algún problema debido a la fermentación de los alimentos.
Por tanto, lo ideal sería dejar al menos 8 horas de diferencia entre ambos alimentos.
Un ejemplo es ofrecer al perro el pienso por la noche y la dieta BARF por la mañana.
Esta suele ser una forma de cambio a la dieta natural muy utilizada, y hay muchos propietarios que optan por alimentación mixta como base de la nutrición para sus perros.
No obstante, lo más seguro es que después de empezar a ver los cambios y sus beneficios, acabarás ofreciendo una alimentación 100% natural a tu mascota.
Ten presente que, aunque una alimentación mixta es mucho más acertada, el pienso seguirá tapando ciertos beneficios de la alimentación BARF.
Nuestra recomendación es que esta forma quedaría descartada para aquellos animales que presentan sensibilidad digestiva, al suponer un cambio diario muy brusco, puede causar malestar y molestias, además de algún otro problema digestivo.
c. Cambio a la dieta BARF con dieta blanda
Suele ser la forma más acertada y permite adaptarse al ritmo de cambio de tu perro, y su organismo.
Para ello, se empieza ofreciendo una dieta de fácil asimilación: 80% de carne de pollo o de pavo y 20% de calabaza o zanahoria cocidas.
Pasado un par de días, y siempre que nuestro perro se encuentre bien, vamos a ir introduciendo poco a poco y uno a uno diferentes alimentos, de esta manera, si algo sienta mal sabremos que ha sido lo último que hemos introducido.
Para que quede un poco más claro, brindamos el siguiente ejemplo:
- Del día 1 a 4: Dieta blanda
- Del día 4 a 8: Quitamos algo de carne de la dieta blanda y añadimos un poco de hueso carnoso (podemos utilizar huesos carnosos triturados para facilitar el proceso)
- Del día 9 a 13: Quitamos algo más de carne de la dieta blanda, más el hueso, más un poco de víscera.
Y así sucesivamente.
Puede resultar un poco difícil de aplicar, pero de esta forma se conseguirá que el pH de su estómago vuelva al pH ácido natural y que su microflora intestinal se adapte progresivamente a la nueva alimentación.
Además, suele ser la mejor forma para descartar alergias alimentarias, ya que como añadimos alimentos uno a uno, sabemos si alguno está siendo detonante de esa reacción.
Evita los siguientes errores
Una vez que se descubre la alimentación BARF y sus beneficios para nuestro perro, es común que estemos deseando que coma esos platos tan vistosos y deliciosos que aparecen a través del internet.
Esto hace que se quiera ir demasiado deprisa y es uno de los errores más frecuentes.
Vas a tener muchos otros días más para preparar esos platos tan nutritivos, así que no te impacientes y empieza con buen pie: de poco a poco.
El otro error más frecuente es no adaptarnos al animal.
Aunque la dieta BARF tenga ciertos porcentajes básicos y orientativos, siempre hay que adaptarse individualmente a nuestro animal y eso te va a ser de ayuda durante toda su vida.
Resumen
En resumen, mezclar la dieta BARF como el alimento comercial pienso es rotundamente una mala idea. Recuerda que, por nada del mundo debes combinar estos alimentos, dado que, si lo haces, solo ocasionará problemas intestinales a tu mascota.
Lo que sí se puede hacer, en caso quieras incorporar esta dieta en la vida de tu mascota, es ir agregando de poco en poco los alimentos crudos hasta lograr que tu perro los acepte por completo.